Fuente: (Europa Press)
La instalación de filtros bacterianos en grifos y duchas de hospitales, sobre todo en zonas donde los pacientes son más vulnerables, es una opción “segura e inmediata” para la prevención de posibles infecciones por legionella, ya que se trata de una bacteria que se encuentra presente en el agua que en cantidades elevadas podría causar incluso la muerte.
Así lo han asegurado algunos de los ponentes en unas jornadas acerca de la bioseguridad celebradas en la ciudad de Santander, bajo la organización de la Sociedad Norte de Medicina Preventiva y Salud Pública (Socinorte), relacionadas con el control del agua y sus patógenos en el ámbito hospitalario.
El director de Ingeclima Benigno Ferro, ha destacado que existen distintos métodos de desinfección de las aguas para prevenir el contagio de legionella, como la ionización o cloración, métodos de choque (cloro y térmico) y métodos locales (filtros bacterianos y luz ultravioleta) eficaces para obtener un agua libre de microorganismos en los puntos terminales del suministro de agua.
En este sentido, advierte de que las medidas generales de tratamiento para la prevención y el control de esta bacteria, hipercloración o hipercalentamiento deben complementarse con otros sistemas como la filtración.
Pese a que este experto reconoce que implantar estas medidas es bastante costoso, insiste en que hay que identificar correctamente aquellas áreas que son especialmente “sensibles” y adoptar medidas costo-efectivas para suprimir la bacteria o mantener lo más bajo posible el riesgo de infección.
Por otra parte, el doctor Miguel Ángel Orbaneja, doctor en Ingeniería Civil y Licenciado en Ciencias Ambientales, ha destacado que “la eficiencia de todas estas medidas pasa por un correcto dimensionamiento y elección del medio filtrante, de forma que el proceso de filtración conlleve una mejora en la calidad del agua.